sábado, 28 de julio de 2007

DISPARARTE 1.10


Mi cínica silla.

Por Monomartino

De acuerdo con Wikipedia, una silla es un mueble con respaldo cuya finalidad es servir de asiento a una sola persona y suele tener cuatro patas, aunque puede tener tres o más. Bien, ahora que estamos claros en cuanto a la estricta definición de tan cotidiano artefacto, tal vez alguien podría ser tan amable de referirme con un estudioso en la risa de las sillas.

En efecto, por inverosímil que parezca, mi silla ríe. Esta peculiaridad, como podrán suponer, se vuelve cada vez más desconcertante y en ocasiones, incluso molesta. Y antes de que me juzguen y me tilden de amargado (lo cual probablemente soy pero en una dosis encantadora), déjenme comentarles que lo que me atormenta en realidad no es que ría, de hecho me parece saludable y sobre todo importante contar con una silla carismática que posea un decente sentido del humor, mi problema radica en ¡no saber de qué demonios ríe!.

¿Ahora entienden mi dilema? Es realmente estresante no poder decir a ciencia cierta si alguien se ríe contigo o de ti, sobre todo si ese alguien es un algo. Entonces, ¿de qué podría estarse riendo mi silla? me parece que esta incomprensión de mi parte es resultado de no pasar suficiente tiempo con ella; sí, eso debe ser, seguramente dentro de mi análisis sobre el asunto he pasado por alto temas “relevantísimos” en la secreta y al parecer hilarante vida privada de las sillas.

Pero aún así...¿qué podría ser tan gracioso?, digo, no me parece nada agradable y mucho menos de risa tener el trasero de alguien encima durante gran parte del día; bueno, a menos que fuera el de…y no, ¡ni así sería un asunto de risa! más bien sería un asunto de… bueno, no nos desviemos del tema, o desviémonos, qué más da, de cualquier forma me parece que jamás entenderé y mucho menos me será revelada la razón de aquella risa, de hecho creo que sería mucho más sensato de mi parte acostumbrarme a ella, o mejor aún, sacarle provecho; ¡claro! esa es la respuesta, porque reconozcámoslo, una risa no es más que una carcajada en potencia ¿cierto?… y una carcajada bien podría transformarse en un masaje de primer nivel si uno está haciendo uso del encantador mueble.

Justo ahora la estoy mirando, y sí, adivinaron, está sonriendo; después de todo creo que hemos entendido que reír es lo propio de una silla, ¿será que me sonríe porque sabe que llegaremos a ser buenos amigos?, o probablemente ya lo seamos, a pesar de mi desconfianza…tal vez trata de decirme algo, tal vez debo entender que mi constante cuestionamiento sobre todas las cosas sólo genera innecesarias inseguridades de magnitudes catastróficas en mi abollada persona. Será que estoy en presencia de una…me aterroriza decirlo, será una… ¿moraleja?. Nah, la verdad es que sólo toleraré su risa con tal de no pagar más y usarla como un sillón masajeador, y si alguien se atreve a decir lo contrario, lo negaré rotundamente. ¡Está bien, está bien! tengo una silla que no sólo ríe, también me sonríe y es mi amiga, ¿contentos?...porque yo si lo estoy.

4 comentarios:

:::L^Z::: dijo...

Chaaaaaaaafs pues que te puedo decir, qué mejor que tu mejor amiga esté siempre en los momentos en los que mas la necesitas. Mira que sonreir a pesar de las circunstancias es algo inspirador, me gustaría que me la presentes, quiero que tambien sea mi amiga.

Anónimo dijo...

Hhhhmmmm.... con que un poder q aun no logras controlar eeehh...

Anónimo dijo...

Esto no me prece nada extraño, escuche de un caso similar en el año del 62 solo que no reia escupia, y no s etrataba de una silla era algo asi como... un inhodoro, tienes suerte amigo!!

Anónimo dijo...

No solo me sorprende el hecho de q una silla sonria, me parece algo extraordinario, pero tambien me parece extraordinario que mi amigo el mas querido tenga la habilidad para escribir de este modo.
Felicidades y exito